Javi López presenta, como ponente, el informe del Parlamento Europeo «Las relaciones políticas UE-Latinoamérica». A continuación podéis encontrar un resumen de la introducción a dicho informe redactada por el eurodiputado, así como el link de descarga del informe completo aquí –> Las relaciones entre Europa y Latinoamérica
Las relaciones entre Europa y Latinoamérica: de la amistad a la alianza.
Los cambios recientes en la esfera internacional nos brindan la oportunidad de reforzar los lazos con aquellos aliados con los que compartimos una visión y una misión para la agenda del mundo en el siglo XXI. América Latina y el Caribe constituyen un socio clave de la UE cuyos vínculos deben ser protegidos, cuidados y fortalecidos por convicción y hoy, como nunca, por interés. La UE y Latinoamérica deben afrontar sus desafíos actuales desde una agenda común: reivindicar un crecimiento inclusivo que permita erradicar la pobreza, promover la paz y la seguridad, imponer una gobernanza exigente y sostenible de la globalización, la defensa de la igualdad de género, la lucha contra el cambio climático, la transformación digital o la gestión de la migración.
En este sentido, la aprobación del Informe del Parlamento Europeo en septiembre de 2017 sobre las relaciones políticas de la UE con Latinoamérica, del cual fui ponente, es un paso importante para consolidar una relación bidireccional y horizontal entre ambas regiones, que debe ser estratégica y prioritaria. Y constituye además una actualización de las prioridades y estrategia del Parlamento Europeo para las relaciones entre ambas regiones, siete años más tarde del último informe de similares características.
El Informe es fruto del trabajo de un año, en el que se han escuchado e implicado a muy diferentes actores con un papel relevante en las relaciones euro-latinoamericanas, como universidades, embajadas, fundaciones y centros de investigación, bancos de desarrollo y sociedad civil. Ambas regiones comparten sin duda lazos históricos y culturales, humanos y económicos basados en la defensa de valores compartidos, que van desde grandes flujos migratorios a altos grados de comercio e inversión. Sin embargo, por muy hondas raíces que tengan nuestras relaciones, hoy requieren un impulso, un marco más coherente en el contexto de la acción exterior de la UE, deben ganar en horizontalidad, y sobretodo nunca deben darse por sentadas.
Durante las últimas décadas han sucedido cambios significativos en ALC como un ensanchamiento de la clase media a través de reformas económicas y sociales, la mayor redistribución de la riqueza, la expansión del acceso a la sanidad, la educación y la vivienda, y en términos generales la consolidación del modelo democrático. Al mismo tiempo, siguen persistiendo importantes desafíos económicos, sociales y políticos en la región que requieren de una fuerte voluntad de las instituciones y organismos multilaterales con el fin de avanzar cada día hacia sociedades más justas, prósperas, seguras y cohesionadas.
Por su lado, la Unión Europa y los Estados que la integran también han sufrido en los últimos años importantes cambios, y una compleja policrisis, que han llegado a poner en cuestión la esencia y la propia existencia misma del proyecto europeo. A pesar de que la UE ha enfrentado otras crisis anteriormente y acabó saliendo reforzada de ellas, lo que no habíamos visto nunca es la coincidencia de tantas crisis en diferentes dimensiones con un grave poder destructivo. A saber, la crisis del euro, la crisis de refugiados y la crisis político-institucional han puesto de manifiesto una serie de defectos congénitos que la UE debe corregir para no ver amenazada su existencia.
Por lo tanto, en este nuevo contexto para ambas regiones tiene todo el sentido revisar a fondo y actualizar el modelo de relaciones vigente de la UE con ALC. Además, este informe quiere recordar que ya contamos con una serie de instrumentos birregionales que son de gran utilidad, empezando por el del Instrumento de Cooperación al Desarrollo 2014-2020, con un enorme impacto en millones de vidas en ALC y que sitúa a la UE como mayor inversor y uno de los principales socios comerciales de la región. Por otra parte, el informe pone en valor la tupida agenda de acuerdos birregionales que actualmente ya existen, a la vez que recuerda la necesidad de su modernización en los próximos meses, como es el caso del Acuerdo Global UE-México, el Acuerdo de Asociación UE-Chile, y el Acuerdo Marco de Cooperación Interregional UE-Mercosur, lo cual presenta una oportunidad de oro para impulsar las economías de ambos lados del atlántico e impulsar reglas exigentes y sostenibles a la globalización.
El Informe, aprobado en 2017 en el Parlamento Europeo y que se presenta a continuación, no solo pone el foco en los aspectos económicos de las relaciones UE-ALC, sino que también propone un paso adelante para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG). Entre ellos, el documento pone una atención muy especial en la igualdad efectiva de género, el empoderamiento y las políticas a favor de la inclusión de las mujeres en todos los ámbitos de la vida política, económica y social, abogando por una lucha enérgica contra los feminicidios, y garantizando ante todo y en todos los países la salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Asimismo, se apuesta por continuar promoviendo la garantía de los derechos y la seguridad de las minorías y los grupos más vulnerables; afrontando los retos en materia de defensa y de seguridad; y evidentemente, tomando medidas efectivas y urgentes ante el que es el mayor desafío que amenaza a la humanidad a largo plazo: la lucha contra el cambio climático.
El momento es ahora. Ante este nuevo escenario, Europa se ve obligada a reorganizar sus prioridades en materia de política exterior si quiere continuar jugando un papel protagonista en el mundo. Esta publicación, que recoge el “Informe sobre las relaciones políticas UE-Latinoamérica”, aprobado en el Pleno del Parlamento Europeo en septiembre de 2017 quiere contribuir a este debate y a este nuevo impulso entre ambas regiones. Pues sólo aprovechando una situación como la actual entablaremos una verdadera, fuerte y duradera relación estratégica entre la UE y América Latina y el Caribe, pasando de la amistad a la alianza.
Javi López, Bruselas 2017.